domingo, 15 de julio de 2012



LOS MEDIOS… ¿EN EL MEDIO?

RESUMEN:La radio es, en buena medida, el medio de información por excelencia, el más fácil de utilizar y el más económico. Su evolución ha sido más bien en forma, pero no en fondo, no en esencia: desde 1897, cuando se le entrega la patente a Marconi en Reino Unido, hasta nuestros días, su objetivo ha sido el de emplear las ondas electromagnéticas para transmitir señales a través del espacio. Han pasado más de cien años desde su creación y la radio ha sobrevivido a los grandes adelantos tecnológicos: primeramente a la televisión, pues a poco más de la mitad del siglo pasado fue el "boom" de la comunicación y el entretenimiento.

PALABRAS CLAVE: interacción / roles / protagonismo / legitiman / imparcialidad / pluralismo / democracia / inteligencia humana / aldea global

La radio es un medio tradicional pero con futuro.
Con el ingreso de la televisión a los hogares, es que la radio empieza a ubicarse en un lugar competitivo demostrando sus atributos y ventajas frente a la televisión. En ese sentido, la radio tiene importantes ventajas para el consumidor, para quienes hacen radio y quienes auspician en ella."La Radio es el teatro de la mente y lo reúne todo, los personajes y las situaciones, junto con las palabras", escribió Scott English, VP creativo de Leo Burnett, Chicago; y es que la radio tiene la extraordinaria capacidad de crear ambientes e imágenes en la mente del receptor, por lo que es un medio importante para relatar y para vender. Puede, además, sorprender y comunicar cambios, introducir conceptos (por su frecuencia), hacer recordatorios, crear sensaciones de cercanía y  familiaridad con las marcas.

En una sociedad como la nuestra, con escases de atención, la radio ha logrado desarrollar hábitos de escucha y se ha consolidado como uno de los medios más versátiles para alcanzar diversos targets. Al romper las barreras de edades y de lugar, la radio ha logrado que las personas se sientan a gusto escuchándola, lo cual genera lealtades a las emisoras, (ante la congruencia con sus valores).

La radio se consume de manera íntima (de tú a tú) y complementaria, produciendo la sensación de interacción y compañía en el oyente, quien además puede realizar otras actividades mientras escucha radio. Es por ello que la radio está más cerca de la gente. Los adultos en hogares pasan casi o igual tiempo cada día con la Radio y la TV (3 horas 1 minuto y 3 horas 19 minutos, respectivamente), por lo que si se añade la Radio a una combinación de medios, se puede virtualmente duplicar su impacto en esta importante audiencia en ascenso. Los consumidores pasan 85% de su tiempo con medios dirigidos al oído, como la Radio, pero pasan tan sólo 15% de su tiempo con medios orientados a la vista tales como los periódicos y las revistas.
En numerosas ocasiones recurrimos a los relatos para procurar recubrir con el lenguaje aquello para lo cual no tenemos explicación, aunque nunca lo logremos. Somos seres atravesados por el lenguaje, que nos desgarra y nos hace ser lo que somos. En ese camino acudimos al mito para explicar algo, que da cuenta de algún origen real o imaginario, perdido he inventado.

La radio le cambió el libreto a la prensa. La televisión se lo cambió a la radio. Y hoy, la globalización de la cultura y la revolución tecnológica se lo ha cambiado a todos los medios de comunicación masivos. Según una encuesta realizada afirma que dos de cada tres ciudadanos de Latinoamèrica están convencidos de la verdad de lo que dice y muestra la prensa, la radio y la televisión.
Esto significa la introducción de tres nuevos roles en los medios de comunicación social: legitiman los que transmiten, establecen la realidad y representan a los ciudadanos.

Los medios de comunicación sí legitiman, porque el público cree en lo que oye y ve a través de ellos. La gente confía, tiene fe en las palabras e imágenes que presentan. Los medios avalan hechos, situaciones, opiniones y personas. Aparecer en radio o en televisión te reviste con un uniforme más llamativo que el de cardenales y coroneles, te da más apariencia que la mansión del diputado o la limusina del embajador. Porque la pantalla y el micrófono te hacen visible y audible ante miles, ante millones de personas. Más ancho y ajeno es el mundo, más prestigio te brindan los medios.

Lo que los medios sacan a la luz pública, al sonido público, queda valorado. Lo que sale, vale. Y aún más: sólo lo que sale, existe. Hoy, en nuestra aldea global, después de tantos siglos y tantos avances científicos, está pasando algo parecido. Los medios de comunicación son los nuevos mercaderes de la realidad. Hay que ir más lejos: no sólo dan a conocer, sino que deciden, establecen la realidad. Vivimos una realidad virtual, mediatizada.

Como representantes de la ciudadanía, los medios se convierten en mediadores entre ésta y el poder. Abanderando causas nobles o plegándose a quien más paga, la radio, la televisión y la prensa se dan cita, casi sin excepción,  en medio de todos los conflictos sociales. Los medios destapan escándalos, fiscalizan a las autoridades, les recuerdan sus promesas de campaña, defienden los derechos del consumidor, y hasta resuelven problemas cotidianos.

El pluralismo de opiniones dentro del medio, y el pluralismo de medios dentro de la sociedad, aseguran la democracia y desarrolla la inteligencia humana.
¿Nos representan quienes dicen hacerlo? ¿Cómo distinguir, más allá de las luces del teatro, las máscaras y los rostros, las voces que recitan libretos aprendidos y las que hablan con sinceridad? No resulta fácil para el público, muchas veces encandilado ante lo que ve y oye. Tampoco resulta optativo para los mismos actores que, quieran o no, deben salir a escena. Unos y otros, humanistas y oportunistas, están convencidos que hoy no puede consolidarse ningún liderazgo sin la mediación de los medios.


REFERENCIAS:

AZIMOV  Isaac, El Universo. Alianza Editorial, Madrid, 1973, pág. 11
BASSETS Lluís, De las ondas rojas a las radios libres. Gustavo Gili, Barcelona, 1981, pág. 55.
GATES Bill, Camino al futuro, Colombia 1995, pág. 208.
RONCAGLIOLO Rafael; El lenguaje de la radio, ponencia presentada en el Primer Congreso Internacional de la Lengua Española, Zacatecas, México, abril 1997.
ULANOVSKY  Carlos, Días de Radio, Espasa Calpe, Argentina, 1996, págs. 18-24.

ENLACES:

http://www.andaperu.org/andanews/index.php?option=com_content&view=article&id=302:articulo-base-para-copiar
 http://es.scribd.com/doc/55071423/4/Nuevos-roles-de-los-medios
http://nuevos-medios.blogspot.com/

AUDIOS:


http://www.youtube.com/watch?v=Y4TXrRmGb5Y&feature=youtu.be .

VIDEOS:



                                        
   

EL LENGUAJE DE LA RADIO 


RESUMEN:
El lenguaje en la radio tiene que ser directo, concreto, sencillo y asequible, lo que no quiere decir pobreza de lenguaje. Es así porque, de una parte su mensaje se dirige a millones de personas simultáneamente, es decir, a una masa heterogénea, pero además porque lo exige la fugacidad del mensaje radiofónico. De no cumplirse estas peculiaridades jamás se puede hablar de mensajes eficientes. No debemos escribir para que nos lean, hay que hacerlo para que nos escuchen, muchas veces bajo circunstancias adversas. Lamentablemente existen a redactores de prensa que copian casi textualmente despachos noticiosos, lo que implica que el oyente no entienda porque no tiene la oportunidad de escuchar nuevamente lo que le han dicho.

PALABRAS CLAVE:   comunicar / intercambio / signos sonoros / ruido / efectos sonoros/ música / palabra / silencio /imaginación

Comunicar es compartir algo y lo que se comparte es el mensaje. Un mensaje que pasa de "E" a "R", de alguien que lo emite a alguien que lo recibe. La comunicación siempre tiene dos puntas. Igual que en cuestiones eléctricas, se requieren dos polos para hacer contacto y liberar energía.

Para que llegue lo que se quiere comunicar desde el emisor hasta el receptor tenemos que codificar nuestras ideas y deseos para poder comunicarnos. Es decir, necesitamos convertirlos en signos materiales.


Un idioma es un código, un sistema de signos convencionales que materializa nuestros pensamientos y emociones, que traduce las ideas elaboradas en el cerebro, a través de las cuerdas vocales, en señales audibles para que otro ser vivo pueda recibirlas y decodificarlas.
En el punto de llegada se da el proceso inverso: hay que desenvasar las ideas, descifrar los signos captados por esos cinco radares que llamamos sentidos. Para ello necesitamos un código común entre emisor y receptor para asegurar la transmisión del mensaje.

El lenguaje verbal no es, ni mucho menos, el único código que empleamos los humanos para comunicarnos. Nuestras relaciones están repletas de otros signos que pueden resultar incluso más audaces y expresivos. Pero, Como nuestro medio de comunicación es la radio, nos concentraremos en los signos sonoros.

Muchas veces existen fallas, equívocos y tergiversaciones en la transferencia de un mensaje. Esto se debe a múltiples causas. Desde complicaciones técnicas hasta diferencias culturales y enredos sicológicos. Todo aquello que interrumpe o altera la correcta comprensión del mensaje le llamamos ruido.

La comunicación radiofónica tiene muchas etapas y en todas ellas hay posibilidad de ruidos. Desde la peor pronunciación, la voz entrecortada o sin volumen; la baja calidad del micrófono; hasta el ruido proveniente de un equipo receptor más o menos defectuoso y la sordera de quien escucha hasta el alboroto del lugar donde está sonando el receptor. Además, nos enfrentamos con los mayores desafíos de la comunicación, con otra fuente de ruidos que ya no son físicos ni técnicos, sino culturales.

Cuando no compartimos el mismo código, el mismo idioma, y no se logra una primera sintonía cultural. Cuando empleo términos que el otro no entiende, hago ruido. La comprensión de un mensaje está dada por algo previo, aún más fundamental: las experiencias vividas, la situación concreta de esta persona, mi yo y sus circunstancias.

La comunicación es mucho más que una simple transmisión de mensajes. Aun evitando todos los ruidos en todas las etapas del proceso y asegurando que el mensaje llegue lo más transparente posible al receptor, éste lo interpretará a su manera, le dará un sentido subjetivo. Un sentido que no coincidirá necesariamente con el que pretendió el emisor. Cada persona es un mundo, como dicen. Y desde ese mundo elabora el mensaje que envía o reelabora el que recibe.

Evitando ruidos, nos aproximaremos al significado del mensaje, para ello es necesario intercambiar con el receptor sus opiniones, sus valoraciones personales, y sus verdades. En la coincidencia de significados y la diferencia de sentidos radica precisamente la enorme riqueza de la comunicación humana.

También es imprescindible, el interés que el mensaje despierte en el receptor. No basta salir al aire si no tenemos oyentes, si los posibles receptores no tienen ganas de oír lo que decimos. En realidad, la mayor fuente de ruido está en el mismo emisor, en la actitud con que enfrenta la aventura de comunicar y comunicarse. Antes de conocer los formatos, las técnicas, antes de aprender el lenguaje radiofónico, antes incluso de preocuparme por los contenidos del programa, tengo que sentir un vivo deseo de relacionarme con el otro, de ganarme su confianza. Esto supone desdoblarme, salir de mí y de mis códigos, para apropiarme del lenguaje y el humor y la manera de ser del público, para repensar toda mi emisión desde la perspectiva de la recepción. Sólo así podré captar el interés del oyente y mantenerlo.

La radio es sólo sonido, sólo voz. Pero una voz triple: La voz humana, expresada en palabras; la voz de la naturaleza, del ambiente, los llamados efectos de sonido,  y la voz del corazón, de los sentimientos, expresada a través de la música. Algunos efectos transmiten emociones intensas. Pero lo más propio de los efectos de sonido consiste en describir los ambientes, pintar el paisaje, poner la escenografía del cuento, hacer ver con el tercer ojo, el del espíritu. Los efectos van directo a la imaginación del oyente.

¿Y la música? Lo más propio del lenguaje musical es crear un clima emotivo, calentar el corazón. La música le habla prioritariamente  a los sentimientos del oyente. En cuanto a la voz humana, ésta es la más transparente: informa, explica, dialoga, acompaña conversando. Hace avanzar el debate periodístico o la trama de la novela. La manera de decir, el tono de la voz, irá más o menos cargado de emoción. Sin embargo, entre las tres voces del lenguaje radiofónico, es la palabra la que más se dirige a la razón del oyente. La generadora de ideas.
Imaginación,  emoción,  razón. Especificidades de cada voz radiofónica. Tres códigos complementarios con los que podemos aproximarnos al receptor en su totalidad.

Pese a la opinión que pueda tenerse, tal y como hemos mostrado, la radio es algo más que un mero vehículo de la palabra hablada. Una transmisión de un diálogo natural no supone lenguaje radiofónico pues, como hemos visto , son muchos los elementos y factores que entran en juego en el lenguaje radiofónico y es el correcto empleo de estos elementos que forman el código radiofónico lo que posibilita la comprensión completa del mensaje . Al igual que otros medios de comunicación como el cine, la radio ha desarrollado con el paso de los años un lenguaje de comunicación propio y específico, que puede compartir algún aspecto con muchos otros, pero que fundamentalmente es característico de este medio.


REFERENCIAS:

ARNHEIM Rudolf; Estética radiofónica. Gustavo Gili, Barcelona, 1980, pág 21.
CEBRIÁN HERREROS Mariano; Información radiofónica. Síntesis, Madrid, 1995, pág. 364.
KAPLÚN Mario; El comunicador popular. CIESPAL, Quito,1985, pág 119
KAPLÚN Mario; Producción de programas de radio. Ciespal, Quito, 1978, pág. 86.
MATA, María Cristina; Lo que dicen las radios, ALER, Quito, 1993, pág. 21.

ENLACES:


VIDEOS:





LOCUTORES Y LOCUTORAS

RESUMEN:
La voz es el instrumento de trabajo de los locutores y a través de ella muchos consiguen crear una magia ambiental. Si tenemos una bella voz por naturaleza partimos con una ventaja (no es posible obtenerla mediante cirugía plástica!) pero una voz bonita no es tan sólo aquélla grave y aterciopelada; necesitamos también de una buena dicción, articulación e interpretación de todo cuanto hablemos al micrófono.

PALABRAS CLAVES: locutor / voz / dicción / nervios / timidez / escuchar / naturalidad / originalidad/claridad.

Locutor, locutora. Los que se ganan la vida hablando por los micrófonos. Los que disponen de una tribuna como nunca soñó Demóstenes ni Cicerón. Las que cada día tienen miles de orejas pendientes de sus labios. Los locos maravillosos y exasperantes que habitan en las cabinas desordenadas de nuestras radios.
No existen voces de locutor. En la radio —como en la vida— hay sitio para todos los registros y todas las formas de hablar. En una radio democrática todas las voces son bienvenidas. El asunto es ver cuál se acomoda mejor a uno u otro programa. Una voz aniñada, que puede ser muy útil para actuar en una novela, no pega para leer el editorial. Una voz muy gruesa no sonará bien conduciendo el espacio juvenil. Y esta cuña sensual no la grabaremos con aquella voz de suegra destemplada. Cada pájaro en su rama y cada voz en su formato. En nuestros micrófonos, más que estrellas admirables, necesitamos amigos y amigas queribles. Lo que decide el favor del público es un buen cerebro, una mejor palabra y un óptimo corazón.
Quien tenga linda voz, que la aproveche. Pero no llegará a ser locutor por ella, sino por su personalidad, por su energía interior. En el buen cine, terminó la era de los galanes edulcorados y las chicas preciosas. Y en la radio actual, ya no cuenta tanto la voz como la simpatía del locutor.

El miedo a hablar en público, o también llamado miedo escénico, es algo natural que nos sucede absolutamente a todas las personas. No hay nadie que no sienta pavor al tener que emitir un discurso en una sala de actos (dígase auditorio, sala de conferencias, etc.) llena de público.
Bien y ahora vamos por los dichosos nervios. Antes de empezar la charla hay que respirar profundamente y recordar que la audiencia está allí presente por dos motivos que siempre ayudan: desea o tiene el interés por escucharnos (no son profesores examinadores que nos van a poner nota).

 Hemos de centrarnos en el objetivo de nuestra presencia, tomar seguridad y hablar con tranquilidad. Si en un momento nos equivocamos o titubeamos, no pasa absolutamente nada, seguimos tranquilamente. Errar es humano y eso lo sabe todo el mundo. Precisamente somos nosotros mismos los que nos ponemos el listón muy alto. Evidentemente si conseguimos que nuestra elocución sea clara y amena ya hemos triunfado! La seguridad y la confianza en nosotros mismo nos ayuda a conseguirlo.

Antes de entrar en cabina, es bueno respirar a fondo dos o tres veces. Relájese. Experimente cómo el aire fresco ventila hasta el último rincón de su cuerpo, desde la coronilla hasta el dedo gordo del pie. Ahora sí, colóquese bien frente al micrófono, sin encogerse ni doblarse. Acerque la silla, levante el pecho, descanse las manos sobre la mesa. Afloje cinturones o sostenes apretados. Siéntese y siéntase cómodo antes de hablar. De ese modo, administrará mejor su reserva de aire para poder colocar la voz, para terminar con buen volumen cada frase.

Locutor o locutora no es quien habla, sino quien logra el contacto, quien establece la comunicación con el otro, quien se hace escuchar. Una palabra al viento, una señal de sonido sin nadie que la reciba, equivale al silencio. Peor aún, al ruido. Nos hemos acostumbrado a decir que la radio es un medio masivo. ¿Por qué, en qué sentido masivo? Porque se dirige a muchos, a miles  de oyentes se les ofrece el mismo programa. De acuerdo, la emisión es masiva.  Pero el consumo no lo es. Cuando hablas por radio, no te estás dirigiendo a una multitud, ni siquiera a un grupo. Te diriges a Luis. A Luisa. A una persona.  A un amigo desconocido de plena confianza. A una amiga que desde algún lugar remoto te está escuchando a ti. La radio se ha vuelto diálogo, charla privada a la luz pública. No es discurso ante un auditorio ni declamación ante palcos repletos. En radio, conversar es el arte.

La naturalidad es indispensable, naturalidad, sí. Pero entrenada. La espontaneidad no garantiza la amenidad del locutor ni la captación del interés del público. Seamos realistas: siempre es más fácil aburrir que entretener, hay más insulsos que salerosos en el planeta. No hay que darle tregua a la rutina. Ella es la enemiga principal de la locución. La gente prende la radio  para conjurar el cansancio de su vida. Para divertirse, para pasarla bien y levantar el ánimo. Tampoco queremos que nos hablen de problemas y cosas amargas. Y no es por egoísmo. El asunto es que ya cargamos demasiados problemas propios para que, encima, nos salga uno más por radio. Lo único que el público no aguanta  es un locutor desganado.
Cuando entres a cabina, deja atrás todas tus preocupaciones. 

Entra contento. Si estás de mal genio, ponte a buenas contigo mismo. Si no logras aquietar la sangre, mejor no locutes. ¿Para qué? Tus sentimientos, a través de un hilo invisible, se transmitirán a los radioescuchas.Si estás triste, tu público se entristecerá; si alegre, se alegrará; si estás frío, enfriarás a quienes te oyen. Deja afuera, engavetados, tus problemas personales. Y entra a hablar o a grabar como si acabaras de ganar la lotería. Eso es profesionalismo.

Lo fundamental para una buena modulación es la convicción: creer en lo que se dice y querer decirlo a alguien. Convicción del espíritu y gesticulación del cuerpo. Al locutor de oficio se le reconoce enseguida por sus gestos, por las muecas de su cara, el brillo de sus ojos, la posición dinámica con que se coloca ante el micrófono. Porque la convicción interior nos hace mover los brazos, enarcar las cejas, alzar el dedo que acusa y cerrar el puño que afirma. Y a su vez, la gesticulación exterior va produciendo en nosotros una actitud más convencida y, por ello, más convincente.

REFERENCIAS:

AZIMOV  Isaac, El Universo. Alianza Editorial, Madrid, 1973, pág. 11


HILLS  ,George, Los informativos en radiotelevisión. RTVE, Madrid, 1981, pág, 18.

ENLACES:


http://www.estudioskurin.com/articulo/la-locucion-rasgos-de-un-buen-locutor/

http://www.elesquiu.com/notas/2011/2/22/entrevistas-190771.asp

http://www.radiocubana.cu/index.php/articulos-especializados-sobre-la-radio/41-locucion/1948-el-arte-de-hablar-por-radio-y-television 

http://www.foro3k.com/radio-foro3k-com/128435-tips-el-locutor-conductor.html


AUDIO:

http://www.youtube.com/watch?v=SZwvWyEF7vQ&feature=youtu.be

VIDEOS:



PERSONALIDAD DE LA RADIO


RESUMEN:
 Más que la visión, más que el tacto, el oído es el sentido de la intimidad. Nuestros oídos sienten.
La radio hace muchos años era la que ocupaba el centro de la casa y convocaba a toda la familia (ahora ese puesto lo ocupa la tv) y no tenía el sentido que ahora tiene, hoy en día la radio puede concentrarse en su lenguaje más específico, el de los sentimientos, y en su carácter de compañía personal.
Como el oído al que se dirige, la radio es ahora un medio de comunicación íntimo, casi privado.
Entonces si cambio el modo de escuchar radio, por ende también debe cambiar el modo de hablar por radio. Se debe preocupar por llegar al oído del oyente, para poder lograrlo simplemente se debe usar un tono afectivo, común sin redundancias, pues la calidez no viene dada tanto por las palabras empleadas sino por la manera en la que uno las dice. 

Palabras claves: oído/ cultura / personalidad / imaginación / entretenimiento / imagen auditiva

Sabemos que las personas nos relacionamos con el mundo exterior gracias a todos nuestros sentidos, pero el oído es el órgano de comunicación por excelencia, ya que es el sonido el vehículo de la palabra. Desde tiempos antiguos los humanos han tratado de comunicarse de la manera más efectiva, tratando en lo posible de desarrollar métodos para persuadir y convencer a los interlocutores. Pero como logramos esto, gracias al oído, porque sin él no se podrían escuchar las propuestas de otras personas, ni interrelacionarnos con diferentes culturas. En relación con los medios de comunicación, específicamente en la radio, este órgano importante permite desarrollar un alto grado de intimidad con sus oyentes.



A la radio muchas veces se le ha descrito como un medio ciego, ya que se utiliza la palabra hablada, los efectos sonoros para comunicar pero al mismo tiempo es un mundo a todo color, que quiere decir esto, que ella facilita y ayuda a la fluidez de la imaginación, creando imágenes mentales de lo dicho en las programaciones, esta característica es la principal especificidad de la radio como medio.
"Al hablar la palabras en radio, se habla de imágenes”. Se  cree erróneamente que todo entre por los ojos,  pero como afirma McLujan la radio es un medio eminentemente visual; el oído también ve, es decir hace ver al ojo interior que es la imaginación; escuchamos a  alguien tocar el violín, esa música no existe, las notas son apenas rizos del aire, ondulaciones calladas que surgen de sus cuerdas, pero la música no la producen los instrumentos, la produce nuestro oído.

Podemos cerrar nuestros ojos de la cara pero el tercero, el de la mente sigue bien abierto y espera que los demás sentidos especialmente el oído lo estimulen.
Asimismo a través de la voz, del lenguaje cotidiano, las palabras concretas,  podemos hacer que los oyentes se identifiquen con lo que se está trasmitiendo, creando así vínculos irrompibles de intimidad, es decir que la radio es un medio de comunicación que brinda una conexión más directa con las personas, tratando de relacionarse y de comprometerse por brindar no solo información sino también entretenimiento y cultura a la audiencia.

En otro aspecto al hablar de sonidos y al referirnos al oído humano, podemos dar detalle de lo valioso que resulta la voz para crear radio, pues si bien es cierto que por medio de la palabra podemos llegar a todas partes, no es fácil entrar en el gusto de las personas a través de esta, para ello debemos primero saber escuchar, entender y comprender y así ir elaborando o creando una capacidad de seducción que permita entrar en lo más profundo de las personas, ser parte de ella, lograr despertar en el público nuevas ideas, estimulando su creatividad, hacer que los demás vean a través del oído, ya que este posee la capacidad de transportar a las personas a una dimensión sin límites de espacio y tiempo; y podemos encontrar un claro ejemplo de estos en las radionovelas, que tienen un toque de realidad y fantasías, las cuales nos permiten con solo cerrar los ojos y abrir bien los oídos imaginarnos los escenarios en los cuales se está desarrollando los hecho que se presentan, ahora bien esto con relación a las radionovelas, pero si se trata de un programa radial se debe buscar que este sea capaz de excitar la imaginación y esto dependerá mucho de la habilidad de escoger las palabras adecuadas que estén en relación con el marco social de las personas para así lograr un identificación y una adecuada atención sobre lo que se está creando en el momento (programa radial).

Por otro lado, muchas veces las personas necesitamos despejarnos, relajarnos de la rutina y que hacemos tratamos de buscar espacios con los cuales nos sentimos bien, buscamos la alegría de la vida, es en la radio donde encontramos la alegría de la vida. Esta es la principal misión de la radio, que está muy vinculado con su misión educativa.

Algunos autores consideran a lo que se habla por radio como las palabras voladoras, aquellas que son capaces de llegar a lugares más alejados y a corazones más solitarios. La palabra personalidad tiene que ver con el sonido, y es su capacidad de seducción su personalidad más profunda, donde la personalidad de la radio no lo establece el radialista sino el oído humano, la radio es un medio que seduce al oyente.

Entonces se debe llegar a comprender el verdadero sentido de hacer radio, pues la gente se merece una radio alegre que por ende esté a la altura de sus oídos. Al oír al locutor el radioescucha da rienda suelta a su imaginación creando imágenes en su mente (las famosas imágenes auditivas), y el locutor también tiene que tener la capacidad de excitar esa imaginación teniendo las palabras precisas pues dependerá de escoger las que estén más cercanas a la vida. Pues hablar por radio es un arte, una pasión que no cualquiera puede llegar a tener, pues un buen locutor es el que logra esa conexión con sus oyentes utilizando aquellas palabras concretas que se captan con nitidez y que se siente que están todas dichas con simpatía, esas palabras que el radioescucha siente que pueden llegar a tocarse y que son pues las que hacen dar rienda suelta a la imaginación.

Para finalizar, concluyo diciendo que la personalidad de la radio radica en el sonido, hacia donde va dirigido y el sentido de esta, conjuntamente con el objetivo de la radio que es la capacidad de seducción, tanto con la palabra hablada como con todos los elementos

REFERENCIAS:

BARBERO Jesús Martín:  Hay en el elitismo una secreta tendencia a identificar lo bueno con lo serio y lo literariamente valioso con lo emocionalmente frío. Obra citada, pág. 152.
MCLEISH Robert, Técnicas de Creación y Realización en Radio. Pablo de la Torriente, La Habana, 1989, pág. 249
RAYNER C.; La mente humana, Orbis, Barcelona 1986, pág. 73.
SAGAN Carl; Cosmos, Planeta, Barcelona, 1980, págs. 93 y 201.
SAGAN Carl; Los dragones del Edén, Grijalbo, México, 1977, capítulo 5.

ENLACES:
http://gtikalamb.wordpress.com/2011/03/29/la-personalidad-de-la-radio/ http://pamessue.wordpress.com/2011/03/29/la-personalidad-de-la-radio/ http://karlyta15.wordpress.com/2011/03/29/la-personalidad-de-la-radio/


AUDIOS:


http://www.youtube.com/watch?v=rfnZcgobBPU&feature=youtu.be

VIDEOS:


viernes, 8 de junio de 2012



POR UN PAÍS MEJOR Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN QUE ACOMPAÑEN NUESTRAS ESPERANZAS



Pamela Míñope Silva.
                                                                                                       U.N “Pedro Ruíz Gallo”                                                                                                                                                                                                                                                                                                          Lambayeque-Perú




Resumen:
Debemos apostar por el país que queremos porque es nuestro y porque sabemos con certeza que contamos con grandes capacidades nacionales para progresar con equidad, aunque todavía nuestras fortalezas estén dispersas. Nos merecemos un país mejor y medios de comunicación que acompañen nuestras esperanzas. Ese es el desafío. La corrupción persigue también desde los medios, pero dependerá de cada uno si es que se deja manipular. Los medios no por ser actores políticos y sociales, deben actuar en complicidad con los partidos o funcionarios, sino que debe mantenerse íntegro para servir a una sociedad tan vasta.

Palabras clave: medios, audiencias, libertad de expresión, justicia, verdad, solidaridad, política, veeduría ciudadana.

Desarrollo de contenidos
El medio de comunicación en nuestro país, debe constituir un bien público, más que un factor de goce para compensar una vida cotidiana casi siempre difícil de sostener. Así la demanda pasará por una resistencia significativa y más aún por una exigencia de calidad. En muchos casos, los públicos no reciben desde su infancia una significativa educación para la comunicación, pero los medios deberían, en cierto modo, hacerse cargo de ello, para lograr que éstos conozcan sus derechos en este campo.

Los medios deben conocer a sus audiencias más a fondo, hacer un estudio minucioso de ellas y no darle “lo que le gusta a la gente”, sino darle lo que la gente verdaderamente necesita, como por ejemplo; temas de interés social en donde ellas se sientan identificadas con los mensajes, debemos hacer que ellas sepan que el cambio empieza cuando ellas decidan hacerlo. Necesitamos medios que den todo su esfuerzo por desarrollar el país y por mejorar la situación de la sociedad. El derecho de ser mejores nos asiste a todos.
La veeduría se inserta en esas aparentes contradicciones entre el gusto y la aspiración de cambio de la ciudadanía, entre las ansias de ser reconocidos de manera visible y el conocimiento de sus derechos a la pluralidad, la verdad y la libertad de expresión. Tenemos que entender que estos son aspectos complementarios a la demanda y no opuestos. Además, a mi parecer, el gusto será una consecuenciade la transmisión de contenidos muy buenos, educativos, culturales y amenos.



El derecho a la  libertad de expresión debe primar en este campo de la comunicación, y no deberíamos confundirlo con el “derecho a la libertad de empresa” porque éste último es exclusivo de propietarios y gerentes, y sólo a veces de periodistas. Aquí el poder y la última palabra la tienen los empresarios y sus gremios nacionales y continentales, teniendo como su principal bandera la defensa del negocio, llevando así a grandes confusiones, haciéndonos creer que eso es lo único o el más importante de los derechos humanos que se debe defender desde el campo mediático, divorciándose de muchos otros tan o más trascendentales, como lo son los de justicia, verdad y solidaridad. Todos somos poseedores del derecho a la libertad de expresión, así como nos percibimos como sujetos que debemos recibir información del Estado. Digo pues, de que la comunicación nos debe unir y no separar subrayando privilegios. Ya que si buscamos un país mejor, tenemos que hacerlo entre todos. Para ello requerimos nuevos espacios de comunicación que lo posibiliten.



Debido a que la política se desinstitucionaliza como quehacer partidario sólido y democrático, y sus supuestos dirigentes pierden credibilidad aceleradamente ante la constatación de su ineficiencia, el enredo que mantienen con la corrupción y su carencia de liderazgo frente a la ciudadanía, ahora son los medios los verdaderos políticos del país quienes han absorbido la representación social que la política dejó de lado. Pero lo malo viene cuando los medios adquieren complicidad con los partidos, congresistas y funcionarios; lamentablemente muchos periodistas son colaboradores visibles de esta anomalía política y se mantienen en silencio. Las verdaderas radios comunitarias en este aspecto marcan una notada diferencia, porque muchas de ellas no se dejan absorber ni manipular por la política.
No podemos pasar desapercibido la Veeduría Ciudadana que es una gran propuesta de organización participativa sin militancia, basada en una voluntad ética por el cambio en los medios con un sentido democrático. Se busca y promueve la participación ciudadana pero no se irroga su representación. Este tipo de organización funciona con fluidez, tendiendo a forjar aliados, como si estuviese destinada siempre a crecer. Asimismo, genera confianza ya que está integrada por gente honesta que sabe del tema y tiene prestigio, sin ideología ni trabajo predeterminado, que de manera individual o colectiva les brindan asesoría e información.


Gracias a la ley de radio y televisión se puede resaltar la obligación que tienen los medios por  el respeto del horario familiar y la protección del menor, se legitimó la cláusula de conciencia para los periodistas, los códigos de ética son obligatorios para cada medio, se logró disminuir la apertura a la inversión extranjera y se limitó la fusión de empresas. Por primera vez en la historia del país se hizo presente la participación ciudadana, mediante la crítica y la propuesta, dejando de un lado la pasividad de simples consumidores. La importancia de la audiencia más allá del rating fue amplia e importante.
Si bien la ley aprobada no garantiza una mejor calidad comunicativa y ética de los medios, vale la pena que el Comité Consultivo esté integrado por quienes tienen capacidad y honestidad para cumplir su cumplimiento. No podemos permitir que la ley promulgada sea un fraude para los ciudadanos.
En términos éticos-políticos, la Veeduría optaría por dos líneas complementarias de trabajo: orientar la vigilancia de los medios hacia la fiscalización del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, y de los propios medios en el cumplimiento de la ley. Igualmente, el tema de los medios debe mantenerse en agenda, y todo lo que se produzca como información o reflexión debe publicarse y discutirse.
Para concluir tenemos que la más grande dificultad para la democratización mediática estría en la clase política, que no está dispuesta a pensar el proyecto país en términos comunicacionales y democráticos. No valoran la participación de los ciudadanos, tampoco se preparan y se informan sobre los temas que van a decidir.


Un tema central para trabajar con los partidos y los políticos es la oposición construida entre democracia representativa y democracia participativa. Más se trata de valorar su complementariedad. Frente a medios insensibles a los intereses de toda la sociedad, requerimos volver la mirada hacia la ciudadanía, potenciando su empoderamiento como públicos que exijan cambios en los medios y así avanzar aún más al respecto.
Debemos tomar en cuenta a lo empresarios y anunciadores con buenas intenciones, a organizaciones sociales, a instituciones de diverso tipo, a ciudadanos agrupados o no, a las universidades, pero siempre con un sentido de libertad, de tolerancia y de sentido ético.
La importancia de trabajar con el periodismo es casi una emergencia. Nos damos cuenta de la inexistencia de un movimiento vigoroso de periodistas independientes con roles públicos constantes. Conocer los medios por dentro es un gran aprendizaje para plantear la reubicación democrática de periodismo.

REFERENCIAS:

ALFARO, Rosa María. Hacia una nueva Ley de Telecomunicaciones y más allá de ella Medios de comunicación, ética pública y democracia. Lima, agosto del 2002.
CAMPS, Victoria. El malestar de la vida pública. Barcelona: Grijalbo, 1996.
LECHNER, Norbert. La conflictiva y nunca acabada construcción del orden deseado. Madrid, 1986.
MARTÍN BARBERO Jesús.  De los medios a las mediaciones. Bogotá 1998.
REY, Germán. Ver desde la ciudadanía. Observatorios y veedurías en medios de comunicación en América Latina. Buenos Aires,  agosto del 2003.

ENLACES:

http://www.rnw.nl/espanol/article/la-complejidad-de-los-medios

http://digitalpuntodoc.files.wordpress.com/2011/03/medios-de-comunicacion-y-sociedad-compleja.pdf

http://www.infoamerica.org/documentos_pdf/richeri01.pdf

VIDEOS:

http://www.youtube.com/watch?v=mgJwCnMa5Ks 

http://www.youtube.com/watch?v=J3gde1lPmgM&feature=relmfu

COMUNICACIÓN, CULTURA Y DIVERSIDAD INTERCULTURAL

                                                                                                 Pamela Míñope Silva.
                                                                                        Universidad Nacional “Pedro Ruíz Gallo”-                                                                                                                                                                                                                                                                                                             Lambayeque-Perú


Resumen:
La forma como se interactúa socialmente a través de internet, lleva a reformular los conceptos de comunicación, cultura y diversidad cultural. El internet se está convirtiendo en una muralla impenetrable para quienes no tienen los recursos tecnológicos. Estamos ante una nueva era, la era del acceso, y así como todo cambio en la sociedad evidencia un cambio en la cultura, a su vez significa un cambio en los individuos. Es importante que tomemos en cuenta las posibles transformaciones de la cultura desdelas nuevas tecnologías. El paso de la diversidad cultural a la diversidad intercultural considera el desarrollo mediático como oportunidad para transformar las prácticas comunicativas.

Palabras clave: comunicación, globalización, cultura, identidades culturales, internet, derechos humanos, diversidad cultural, intercultural.

Desarrollo de contenido
Gracias a la globalización vivimos en un mundo en donde ya no existen barreras ni límites para comunicarnos, donde nuestros cerebros absorben una ilimitada cantidad de información que llega a sobrepasar, en muchos casos, nuestra propia capacidad de asimilación. La tecnología ha llenado nuestros espacios libres en nuestra forma de vida y ha modificado nuestra manera de pensar y actuar frente a la gran mayoría de nuestros hechos cotidianos. Hoy en día, a través del internet podemos acceder a la información necesaria sin importar de lo lejos que provenga, gracias a este medio, es posible crecer culturalmente, conocer los distintos modo de pensary sentir, y nos concede la posibilidad de crecer, ampliar y desarrollar nuestros conocimientos y creatividad, ya que estamos en contacto con regiones del planeta, convirtiéndonos así en ciudadanos del mundo.




Asimismo, vemos que la globalización de la cultura también conocida comocivilización globalizada o aldea global deja de lado las tradiciones culturales, el folclore, las culturas autóctonas para producir un ensamblaje multicultural. Es decir, cuando equivocamos la noción de globalización anulamos la verdadera esencia del ser humano; esencia que no esmás que la diversidad y la diferenciación de cada hombre y mujer sobre la tierra.
Defendamos la globalización pero sin pérdida de identidad y defendamos todos los espacios independientes para el desarrollo de la razón y el espíritu porque nos conceden una participación activa entre las diversas comunidades culturales. No dejemos que los espacios de cultura, en tantos ámbitos de mediación, se conviertan en un universo d redes que permita ampliar la brecha entre países desarrollados y subdesarrollados.



Siempre debemos mantener nuestra identidad cultural, aquella representación intersubjetiva, compartida por una mayoría de los miembros de un pueblo, que constituyen un sí mismo colectivo no puede verse afectada por los cambios actuales. Sería muy bueno que lo países desarrollados no sigan convirtiendo el proceso de globalización en la privación de la identidad de aquellas culturas que le son desconocidas.
Por otro lado, se cree que en los últimos años se han practicado aberraciones inhumanas que agreden la integridad física y las condiciones elementales de desarrollo de la dignidad de los menores de edad, éstos se fundamentan en costumbres ancestrales asociadas con prejuicios religiosos. Es inminente que se pongan límites a este tipo de singularidades culturales que violan en nombre de la tradición los derechos humanos.
Si l cultura es una “condición esencial” de la naturaleza del hombre entonces la costumbres y factores culturales deben preservar la integridad humana. Los derechos humanos deben estar por encima de la tolerancia y el multiculturalismo.
“Sin cultura no hay hombres”, escribió Geertz, pero podemos completar esta expresión afirmando que sin dignidad no hay humanidad ni cultura.
Por su parte, en estos tiempos de globalización mediática, sociedades multiculturales, redes sociales, diversidad cultural, crisis económicas, movimientos y conflictos se plantea el objetivo intercultural en l sentido amplio del término, que no es más que el de articular mecanismos para un adecuado conocimiento del otro que se torne en reconocimiento recíproco, un conocimiento que comprende de manera simultánea, educación y comunicación.
Desde tiempos atrás el concepto de diversidad cultural se estudia vinculado con la emergencia de la inmigración y la movilidad internacional, sociedades  en movimiento y sociedades en conflicto. Además, sabemos que la diversidad cultural no puede ser analizada con las mismas variables en unos espacios que en otros.
Uno de los aspectos en los que hay que avanzar es en el pasado de la diversidad cultural a la diversidad intercultural. Ya que la diversidad cultural es un diagnóstico de la variedad de culturas presentes a escala global, y la diversidad intercultural es oportunidad para reflexionar y buscar los medios para que el diálogo intercultural y el diálogo entre ciudadanos fortalezcan el respeto de la diversidad. Mientras que la diversidad cultural es yuxtaposición, convivencia y remite al conocimiento; la intercultural es comunicación entre culturas, intercambio y reconocimiento recíproco. Así tenemos, que en la primera se acentúa la visibilidad, mientras que en la segunda se busca la profundización.
Entre los argumentos favorables a la diversidad intercultural podemos notar uno de carácter intrínseco, ya que la pluralidad es enriquecedora; un argumento identitario, que favorece los valores culturales inherentes; un argumento democrático, en el sentido de igualdad de oportunidades; un argumento social, desde el punto de vista d la integración y l solidaridad y, finalmente, un argumento de la no discriminación.
Trabajar para la interculturalidad, la educación y la comunicación intercultural no sólo implica a las instituciones públicas, y a los profesionales, sino también a los medios con principios éticos, contrarios a la discriminación, con la incorporación de buenas prácticas.


Para promover una comunicación intercultural desde el ámbito del periodismo, debemos procesar las informaciones a partir de los detectores de ruidos interculturales. El primer detector es de la asociación temática para determinar con qué tema se asocia a los grupos minoritarios. El segundo es el de la nominación, si se nombra al grupo, si se generaliza la identidad, dentro de las prácticas del etiquetaje. Un tercer indicador se sitúa en la utilización de expresiones populares, recursos léxicos o comparaciones que negativizan al diferente. Para mejorar el tratamiento informativo, hay que pluralizar las fuentes. También los movimientos sociales y colectivos ciudadanos, que denominamos “voces de la sociedad”, pueden establecer sugerencias y recomendaciones para un tratamiento más preciso y socialmente responsable.
Para finalizar, el objetivo del periodista es que la comunicación sirva para generar un mejor diálogo entre los actores de la sociedad. Y busca dar una visión más amplia que ayude a la construcción de una sociedad más inclusiva.
Con todo lo anteriormente expuesto, es fundamental precisar que no equivoquemos el concepto de globalización, ya que ésta puede ser un arma muy poderosa en la construcción de conocimientos nuevos, pero a la vez, si no se emplea bien el término puede acabar aniquilando la verdadera esencia del ser humano.
Promoviendo la cultura y desarrollando la educación podremos darles a las familias aquellas herramientas que les permitan tomar sus propias decisiones.
Debemos avanzar un paso: de la diversidad cultural a la diversidad intercultural, ya que ésta última nos va permitir articular mecanismos para un adecuado conocimiento del otro que se torne en reconocimiento recíproco, un conocimiento que comprende de manera simultánea, educación y comunicación.

REFERENCIAS:
GARCÍA CANCLINI, Néstor. Diferentes, desiguales y desconectados. Mapas de la interculturalidad. Barcelona: Gedisa.
MARTÍN BARBERO, Jesús. De los medios a las mediaciones. Convenio Andrés Bello. Bogotá 1998.

http://www.youtube.com/watch?v=vRJ4lKc_7O4

http://www.youtube.com/watch?v=lY9QQKNKEcc&feature=fvwrel

miércoles, 16 de mayo de 2012


¿QUÉ SIGNIFICA HABLAR DE RADIO?
Cuando hablamos de Quehacer radial, nos referimos a  tres ámbitos de trabajo fundamentalmente: el de la producción, el de la  investigación y de la capacitación y enseñanza; estos tres ámbitos están presentes mezclándose en casi todo momento del trabajo radial podría decir que se complementan entre si. En preciso por ejemplo evidenciar la necesidad de la investigación para el trabajo radial ya sea por el publico, de los lenguajes o la competencia , como también al importancia del aprendizaje de la investigación y la planificación al interior  de los procesos de enseñanza y capacitación de la radio. Así tendremos una visión global de lo que es el Quehacer radial.
En la actualidad, tanto en el terreno de las prácticas masivas de la radio comercial como del lado  de la radio educativa hay conciencia que el trabajo radial  debe ser hecho ordenada y sistemáticamente y no teniendo a la intuición como principal guía. El reto que se les persigue es ser competitivos. Al interior del país cada vez aparecen más tipos de emisoras: locales, regionales, campesino y/o educativas conformando así un rico mosaico de variada practicas radiales.



El conocer al público objetivo, el evaluando periódica y sistemáticamente, así como la necesidad de conocer el mercado radial y las ofertas que este presenta a los públicos es de vital importancia, ya sea para quienes trabajan en el campo comercial o en el campo educativo. Es así como la investigación se presenta como una actividad que acompaña todo el proceso de producción.
El tipo de investigación que requiere la comunicación como campo no solo científico si no como terreno de construcción de  mensajes masivos esta aun en proceso de definición; ya sea que si bien es cierto el tipo de investigaciónacadémica plantea el problema del conocimiento y como acceder a este, pero no se plantea el problema de la producción de mensajes ; y por otro lado, el tema de la investigación que se requiere en el trabajo con medios, aun esta por delinearse por definirse y por legitimarse.
Es necesario definir ya el tipo de investigación que se requiere para enfrentar al campo de la producción y evaluación de productos comunicativos, sin perder de vista que la investigación debe estar al servicio de los objetos de estudio y no al revés.
En lo que se refiere al quehacer radial existen cuatro objetos de estudio los mismos que corresponden a aspectos diferentes pero complementarios del proceso de producción de mensajes. Los cuales son:
Primero: La investigación para la Producción: Esta equivale a conocer el medio, es decir, la radio no tanto en medio de comunicación si no también en tanto empresa comunicacional. Además es importante la información sobre el contexto radial, es decir, la competencia; saber que ofrecen las demás emisoras y como presentan sus ofertas programáticas.
Segundo: La investigación para la producción también compromete un estudio del público, para el que se pueden elegir variedades de modelos y formas, desde los estudios cuantitativos de ratings y preferencias radiales, hasta los cualitativos. Y por ultimo, tiene que ver con el estudio del lenguaje y los géneros, el mismo que conecta con los públicos y con la necesaria información temática que debe hacerse de los contenidos que se van a trabajar.
La investigación-evaluación; las evaluaciones recurren a  dinámicas o juegos grupales o a las llamadas técnicas participativas para comprobar si el publico lee o no aquello que le estamos sugiriendo. Además es absolutamente necesario conocer qué se quiere evaluar para pasar a delinear el cómo hacerlo, en un esfuerzo por conocer  más de lo que nuestras propias percepciones pueden aportar.
 También tenemos el análisis de la programación y la investigación de públicos o audiencias; teniendo como objetivo central el estudio del ámbito de la percepción, por lo tanto son los receptores los que constituyen el principal objeto de estudio.
Concluyo pues, que todos los aspectos involucrados en el quehacer radial deben servir para volver  sobre el tema de la capacitación y la enseñanza `puesto que es el ejercicio de la comunicación el fin último de la formación de comunicadores y productores .por el ello, creo que yo que no se debe hablar de capacitación y enseñanza separadamente como si no fueran aspectos de un mismo proceso.



http://www.youtube.com/watch?v=jao4lhz4JgE


http://www.portalcomunicacion.com/esp/home.asp